lunes, 22 de mayo de 2017

Informe de entrevista a informante clave.

Realizamos nuestra entrevista a Paula Bialostoky, profesora de taller 3 y residencia en la carrera de Educación en el Nivel Inicial en la Escuela Superior Normal N° 10, Juan Bautista Alberdi. Ella junto con un grupo de profesionales de la Educación, emprendieron un largo y arduo camino para brindar un espacio de enseñanza en un contexto de vulnerabilidad social, dando origen al jardín comunitario llamado El Globo Rojo.

El Globo Rojo es un jardín maternal comunitario popular que nació en Villa Soldati, a partir del trabajo de un grupo de personas que se propusieron construir un espacio en el que los niños del barrio crecieran en libertad al tiempo que sus familias pudieran insertarse en el mercado laboral.

El proyecto surgió a partir de la necesidad de la gente, que vive en contextos de vulnerabilidad social, de poder tener un lugar para dejar a los niños y las niñas con profesionales de la educación y para establecer nuevos vínculos de comunicación.
Si bien en un primer momento la inscripción era para la gente del barrio a medida que la institución fue crecieron no se le negaba a nadie el poder alistar a sus niños, pero dejaban bien en claro que al ser un proyecto comunitario requiere el compromiso de todos los participantes.

La construcción de este jardín de todos y para todos, como así lo denominan, tuvo como principal objetivo la asistencia y la educación de calidad para los infantes del barrio, partiendo de la comunidad, la comunicación y la escucha.

Fue un largo recorrido y requirió de mucho esfuerzo. Comenzaron siendo un grupo reducido de cinco personas que se reunían en la casa de un vecino a pensar y convocar gente. De a poco, con mucho esfuerzo y sobre todo amor por el proyecto, en base a que la comunidad fue creciendo, fueron dándose los espacios, los materiales hasta conformar el jardín. Desde sus inicios todos aportaban a la causa y sigue asi el dia de hoy.

La relación con las familias parte de la idea que no son parte del jardín, sino que SON el jardín, por lo que se intenta incorporarlas activamente en el proceso de enseñanza. Participan desde la gestión de recursos,  realizan aportes económicos y participan junto a los educadores en asambleas para la toma de decisiones. La comunicación entre las familias y educadores es constante y fluida.

Asimismo, respecto al personal que allí desempeñan sus funciones, se trata de unas 20 personas aproximadamente, entre los cuales el papel de la comunicación juega un rol importante. Se organizan las tarea priorizando el trabajo en equipo. A partir de ello, se trabaja en las planificaciones, compartiendo instancias de supervisión de las mismas.

Es realmente conmovedor el poder apreciar el fruto del arduo trabajo que implicó la realización de este proyecto, que nació desde una necesidad concreta.

A su vez comprendemos que no solo ha sido un camino cuesta arriba, el lograr llevar a cabo la propuesta, sino que enfrentan día a día una lucha interminable frente a la adversidad que representa la realidad en la cual vivimos.

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